martes, 30 de agosto de 2011

EL PAÍS EN EL QUE NUNCA PASA NADA

Ante los dramáticos acontecimientos que han sacudido a México en este verano convulsionado y violento de 2011, nos preguntamos impacientes ¿Por qué nuestra clase política no termina por ponerse de acuerdo para fortalecer e incrementar la capacidad de respuesta del Estado mexicano en la lucha contra la delincuencia organizada? Y es que políticos van y políticos vienen, pero la tónica es la misma: seguimos enfrascados en un aparente diálogo de sordos. En un escenario de frustración al que el destacado periodista CIRO GÓMEZ LEYVA ha dado en llamar como la Generación del Fracaso, para referirse a este grupo de legisladores y gobernantes que forman una mayoría pasiva e indolente, que insiste en refugiarse en la indiferencia y el estancamiento, dilatando deliberadamente la toma de decisiones urgentes, para que nuestro país avance en esta escalada de violencia que al parecer no dará tregua a ninguno de los bandos.

Políticos de hoy pensando siempre en el mañana. Futureando en pleno presente, con su mente y sus ideas puestas en las próximas contiendas electorales. Pero ignorando tristemente sus actuales responsabilidades. Sí, esa es la Generación del Fracaso. Que ha secuestrado las cámaras legislativas del País en el que nunca pasa nada. Y para este fenómeno de parálisis política se ha acuñado el conocido término de: Gatopardismo, creado en 1957 por el escritor italiano GIUSEPPE TOMASSI DI LAMPEDUSSA, para referirse a este fenómeno de apariencias e incapacidades, resumido en su ya célebre frase: "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie" (Se vogliamo che tutto rimanga come è, bisogna che tutto cambi). Y es exactamente lo que ocurre en estos momentos en las altas esferas de la política en México, que hacen todo lo posible y lo necesario para que en México simplemente no pase NADA. Ante los urgentes reclamos del pueblo, que mira con angustia como se nos escapan la estabilidad y la paz social en varias regiones del país, secuestradas por el terror.

EL INCOMPRENSIBLE RELOJ PARLAMENTARIO.

Ya han transcurrido, sin pena ni gloria, los cuatro meses de receso legislativo y de veras que el tan solicitado periodo extraordinario nunca llegó. Y es que si se hubiera aprobado este periodo de nada hubiera servido, pues de seguro hubieran fracasado las reformas estructurales estancadas en la agenda legislativa más compleja del mundo. Ni caso tiene perturbar el plácido descanso de nuestros legisladores federales, ante la falta de un trabajo parlamentario serio, que fue incapaz de impulsar un solo dictamen o proyecto de ley serio, en comisiones perezosas e inoperantes. En el mejor de los casos con iniciativas de ley ya aprobadas en la Cámara de Senadores, pero que deambulan en el limbo de la indefinición en que se ha convertido la Cámara de Diputados en esta mediocre LXI Legislatura Federal.

Iniciativas de reformas a la Ley de Seguridad Nacional, la Ley para Combatir el Lavado de Dinero, las reformas al Sistema Penitenciario Federal y hasta la Propuesta de Mando Único para las 32 policías estatales, se empolvan en las gavetas de la Cámara de Diputados. En espera de que el tiempo transcurra, porque el famoso reloj parlamentario de veras que tiene otras prioridades, muy distintas a las de servir eficazmente al pueblo de México. En este Gatopardismo generalizado que hoy beneficia a muy pocos, pero que a largo plazo nos perjudicará a todos.

¿Cómo evaluar el emplazamiento del Presidente Nacional del PRI, HUMBERTO MOREIRA VALDÉS?, Cuando demanda que primero se incrementen las participaciones federales a las entidades federativas en el presupuesto de 2012, para luego analizar la posibilidad de debatir las reformas estructurales que México necesita. ¿Cómo explicarle a este país que la mayoría parlamentaria priísta tiene secuestrada la agenda legislativa con sus 237 diputados más sus 21 aliados verde-ecologistas? Exactamente los 250 diputados más 1 -y un poco más - que pudieran darle un rostro distinto a México. Una mayoría inoperante, aferrada al no pasarán, se trate de la iniciativa que sea. ¿O qué decir de la coordinadora de la bancada parlamentaria panista, JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA? Más preocupada por las encuestas pre-electorales que día a día le son más favorables, con todo y sus interminables giras de cortesía a militantes y adherentes de Acción Nacional, que habrán de definir si encabeza o no la candidatura del partido oficial a la Presidencia de la República. ¿Y la agenda legislativa a dónde la relega? Pues ya verá ella qué le reditúa mayor capital político. Porque tal parece que pronto pasará a convertirse en una flamante diputada federal con licencia. Mientras, que el país se espere a mejores tiempos políticos. Porque su proyecto político personal no puede esperar.

REHENES DE LA GENERACIÓN DEL FRACASO.

La impaciencia y la inconformidad de varios grupos sociales está llegando a un punto de cansancio y hartazgo, que desborda toda descripción posible. Igual se manifiestan en contra de esta inmovilidad política el poeta JAVIER SICILIA, con su Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, que el influyente Grupo Empresarial de Monterrey, encabezado por el poderoso magnate LORENZO ZAMBRANO TREVIÑO. A todos ellos, ricos y pobres, los une la demanda imperiosa de destrabar esta parálisis política, que tiene secuestrada a México, para volverlo un país más gobernable y menos vulnerable a los embates de los enemigos de todos. Es tiempo de exigirle a la clase política que abandone su zona de confort y se pongan a trabajar en serio. Porque para eso fueron electos por la vía democrática, y no para ejercer el gatopardismo. Porque llegó el tiempo de canjear las buenas intenciones por resultados concretos. Porque si no es ahora, ¿entonces cuándo señores políticos?

La frase de Hoy:

"La realidad no deja de existir aunque se le ignore."
Aldous Leonard Huxley

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