LA NECESARIA Y URGENTE REGULARIZACIÓN VEHICULAR

Resulta frecuente encontrar todos los días en las calles de esta ciudad a un número mayor de vehículos que circulan por todos lados, sin portar los permisos y refrendos requeridos por las autoridades municipales y federales. Algunos autos son de modelo reciente y de buen ver, pero la mayoría de ellos circula en situaciones electromecánicas deplorables, que ponen en peligro la seguridad de sus conductores, de los peatones y de otros vehículos que se encuentren a su alcance. Y el común de todas estas unidades es que portan las ya conocidas calcomanías, que les permiten circular amparados con "permisos" expedidos por organizaciones nacionales que se dedican a la regularización a medias de este tipo de unidades. Todo ello a través de regímenes especiales de tolerancia, que les otorga el derecho de circular libremente, sin que hasta ahora ninguna autoridad local se los prohíba.

Y eso sí, totalmente exentos de pagar el impuesto estatal de tenencia vehicular, omitiendo la revista de circulación y la revisión electromecánica anual obligatoria, a las que estamos sujetos los propietarios de unidades legalmente registradas en el padrón vehicular.

Algunos ciudadanos que se encuentran en este régimen especial podrán esgrimir argumentos atenuantes, como: que los policias y agentes de tránsito también circulan sin placas en sus unidades y a ellos nadie los molesta; que si los impuestos están desfasados y son totalmente injustos; que sus vehículos son herramientas de trabajo y no son de lujo; que están esperando un decreto del gobierno federal para poderse regularizar; que el Gobierno Estatal no ha hecho su trabajo y no tiene voluntad para empadronarlos; o, simplemente porque sus organizaciones los amparan y nadie tiene ningún derecho de llamarlos a cuentas, mientras cumplan con sus cuotas regulares. Todos estos argumentos pueden ser ciertos, pero ¿qué tan válidos y equitativos pueden resultarle a los contribuyentes puntuales y cumplidos?. Y es que todavía en nuestra sociedad los ciudadanos cumplidos seguimos siendo una enorme mayoría, que miramos con desconcierto a estos conciudadanos "de excepción".

Otro punto a tratar son las muy ostentosas excepciones de vehículos deportivos y de lujo, que circulan en el territorio nacional sin haber pagado los impuestos para su importación. Pero eso sí, exhibiendo sin descaro las calcomanías de organizaciones como ANAPROMEX y ONAPPAFA. Con lo que consiguen evadir impunemente los impuestos especiales (IEPS) aplicables a este tipo de unidades suntuarias. Desde luego que estos vehículos jamás serán utilizados para actividades agrícolas o ganaderas. Son caprichos personales que evaden cualquier obligación fiscal, sin que la autoridad tributaria federal haga nada.


EVASIÓN FISCAL E INCENTIVO PARA LA CORRUPCIÓN.


De acuerdo con datos estimados de la Secretaría de Economía, circulan en el territorio nacional alrededor de 2 millones y medio de automóviles de procedencia extranjera en situación irregular, que han cruzado la frontera con permisos temporales de internamiento, pero que no regresaron a los Estados Unidos. Estos son los llamados carros "chocolates" que llegaron para quedarse y que representan una evasión millonaria que se estima en unos 10 mil millones de pesos, tan sólo por concepto del pago de derechos de importación. A los que habrá que sumarles los pagos no efectuados por las obligaciones anuales a las que están sometidos los automóviles inscritos al padrón vehicular. Estas cifras nos permiten deducir que los carros "chocolates" representan un claro incentivo para la corrupción, en un lucrativo dejar hacer y dejar pasar, en el país en el que casi todo se puede arreglar con una módica y razonable cantidad de dinero. Que conecta al funcionario proclive a la corrupción con el ciudadano dispuesto a los arreglos en lo oscurito.


En un pasado no tan lejano, los gobiernos federales de extracción priista - y el del Dr. Ernesto Zedillo no fue la excepción - acostumbraban negociar, en el sexto año de su gestión, con la central campesina del entonces llamado partido oficial, la promulgación de un decreto para la regularización masiva de cientos de miles de vehículos extranjeros, como un apoyo para las familias campesinas, que argumentaban necesitar sus unidades para la realización de actividades productivas pecuarias. Todo esto buscando la retribución electoral con el voto clientelar y corporativo de las centrales campesinas, en favor por supuesto de los candidatos del partido tricolor.

Este ejemplo también lo siguió el Presidente del Cambio, y así fue como el 22 de Agosto de 2005 Vicente Fox promulgó su propio decreto . El ex-mandatario guanajuatense, fiel a las tradiciones del mal llamado Año de Hidalgo, expidió su propio decreto aunque un poco más acotado, pues lo remitió sólo a vehículos de fabricación estadounidense o canadiense, por eso de las claúsulas del TLC firmado con nuestros socios comerciales de Norteamérica. También dejó fuera del decreto a los autos europeos de lujo (Mercedes, BMW, Jaguar, Lotus, entre otros). Hechos del pasado que generan la duda razonable para considerar la posibilidad de que el actual Presidente del Empleo, también se anime y caiga en la tentación de publicar su propio decreto. Todo parece apuntar a que esto NO sucederá, porque el clima social ha cambiado sensiblemente en los últimos 5 años.


FACTOR POTENCIAL Y CONSTANTE DE INSEGURIDAD PÚBLICA

Los automóviles ilegales, o "amparados" como prefieren llamarlos sus propietarios, son casi imposibles de monitorear. No existe un padrón confiable que registre el nombre y domicilio de su propietario, tampoco poseen placas o tarjeta de circulación, no hay un registro del número de serie de su motor. Mucho menos suponer que cuenten con un seguro de reponsabilidades por daños a terceros. Estos vehículos son un instrumento disponible y de fácil acceso para los grupos y organizaciones delictivas o para hamponcetes aficionados, que se adueñan de las calles todos los fines de semana a altas horas de la madrugada.
Son vehículos difíciles de ubicar o de rastrear, pero a la vez son coches totalmente desechables, porque igual pueden ser abandonados en un terreno valdío o en un camino vecinal, pues su valor comercial es totalmente marginal, y fácilmente se consiguen otro auto chocolate de iguales o mejores condiciones. Son precisamente estos imponderables los que no permiten operar un blindaje efectivo para nuestro Estado. Porque bien puedes controlar entradas y salidas de personas en aeropuertos, puertos comerciales y accesos carreteros, pero al interior de nuestras poblaciones impera un desorden a bordo de algunos de estos vehículos amparados.
Existen estadísticas en ciudades fronterizas, como Tijuana o Ciudad Juárez, que revelan la participación constante de autos chocolate en la comisión de todo tipo de ilícitos. Y esto puede convertirse también en una constante en Baja California Sur, si es que no lo es ya. Así es que la próxima vez que alguien le muestre o le ofrezca una unidad de este tipo, piénselo bien, es posible que se encuentra ante un automóvil que potencialmente pudiera abonar a la creciente inseguridad pública. Aunque de momento sea una opción barata y accesible para hacerse de un carro.


¿INTENTOS MUNICIPALES SERIOS O SÓLO PROMESAS?

El pasado 4 de Agosto de 2011, el Director de Seguridad Pública, Policia Preventiva y Tránsito del Municipio de La Paz, el General Brigadier en retiro ÁNGEL CÉSAR AMADOR SOTO, sorprendió a la opinión pública con la enérgica declaración de que serían retirados de circulación más de 6000 vehículos irregulares afiliados a las organizaciones ANAPROMEX y ONAPPAFA. El anuncio fue bien recibido por la gran mayoría de los ciudadanos de este municipio, que poseen sus unidades en orden y cumplen regularmente con sus obligaciones impositivas. Pero a la vez surgió un amplio sector que jura y perjura que este anuncio se trata de puras habladas, porque la instancia municipal - aseguran- carece de fuerza y de autoridad moral para ejercer una política de tolerancia cero, cuando los propios elementos de la corporación policiaca son propietarios de este tipo de unidades.
Hasta ahora efectivamente el anuncio se quedó en el discurso y la anarquía continúa en nuestras calles. ¿Valdrá la pena que otras instancias de gobierno se sumen a esta iniciativa municipal?¿este problema es todavía posible de controlar o de plano ya nos supero?¿podrán más los intereses de una minoría en perjuicio del bien común?
Toca a nuestras autoridades reflejar en hechos sus llamativas y esperanzadoras declaraciones de prensa. Porque hasta el día de hoy todo parece indicar que estas buenas intenciones sólo fueron puras habladas.


La frase de Hoy:


"No harán grandes cosas en la vida los vacilantes que dudan de la seguridad".

Thomas Stearns Elliot.

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